Todos sentimos stress permanentemente, pareciera ser parte de la sociedad moderna.
- Hacer listas de pendientes: Muchas veces la sensación de stress está acompañada de la sensación de estancamiento. De sentirnos apabullados por la cantidad de cosas que tenemos que hacer y nuestra propia incapacidad de resolver todas. Primer paso, hacer una lista lo más larga posible de cosas a realizar y ordenarlas de lo más fácil a lo más difícil y empezar a hacer lo más fácil. Una vez que vayamos resolviendo los primeros ítems de la lista, los demás nos irán pareciendo más sencillos. Un maizal se come grano a grano dice un famoso dicho popular.
- Tomarse un día para sí: En la medida de lo posible tomarse un día, o medio, o apenas una hora para hacer una actividad específica para uno mismo. Puede ser ir a pasear, ir a comer algo que nos guste particularmente, sacar turno en un spa urbano, etc.
- Hablar con alguien de lo que nos pasa: Muchas veces nos ahogamos en situaciones que al estar tan involucrados no nos dejan ver la perspectiva. Hablar con alguien – no necesariamente un terapeuta, aunque pueda ser importante – nos permite narrar lo que nos está pasando y «objetivarlo», verlo con otros ojos. Esto no sólo es importante por la respuesta que nos pueda dar un interlocutor sino que, muchas veces, al narrar las situaciones encontramos nosotros mismos las respuestas que estamos buscando en esos relatos.
- Aumentar niveles de dopamina: Hay algunas actividades que nos permiten aumentar los niveles de este famoso «neurotransmisor de la felicidad». Algunos de ellos son: socializar, hacer alguna actividad artística o creativa, hacer deporte, escuchar música o mejorar nuestra dieta. Todas estas cosas se ha comprobado que científicamente mejoran nuestro estado de satisfacción general.
Combinar todas estas cosas pueden hacernos superar una etapa de stress. Por supuesto, en el caso de stress grave es imprescindible hacer una visita a un médico específico. La depresión es una enfermedad que muchas veces es imperceptible pero que afecta a 350 millones de personas en el mundo, algo así como el 3 por ciento de la población mundial.