Frutas y verduras caras? Descubrí cómo ahorrar y mejorar tu salud comprando solo lo que la temporada ofrece”
La alimentación saludable no tiene por qué ser costosa ni complicada. La clave está en aprovechar los productos de temporada: frutas y verduras que se cosechan en el momento justo, cargados de sabor, nutrientes y accesibles para tu bolsillo.
Consumir productos de estación tiene múltiples ventajas. Primero, el sabor: tomates, frutillas, zapallos o arvejas recién cosechados son más dulces y jugosos que los que se encuentran fuera de temporada, que suelen viajar largas distancias y madurar artificialmente. Segundo, los nutrientes: los alimentos de estación mantienen más vitaminas, minerales y antioxidantes, porque no pasan semanas en transporte o almacenamiento prolongado.
El aspecto económico es evidente: la oferta de productos de temporada suele ser más abundante, lo que hace que los precios bajen. Además, al priorizar productos locales y de estación, apoyás la economía regional y reducís la huella ambiental. Es un círculo virtuoso: tu salud, tu bolsillo y el planeta ganan al mismo tiempo.
Planificar la compra según la temporada también puede ayudar a variar la dieta. Cuando consumimos lo que está disponible, descubrimos sabores nuevos y combinaciones distintas, evitando caer en la monotonía de frutas y verduras importadas o fuera de temporada. Esta variedad tiene un efecto directo en nuestra microbiota intestinal y en nuestro bienestar general.
Por ejemplo, en primavera y verano, frutas como duraznos, frutillas y cerezas son deliciosas y nutritivas, mientras que verduras como zapallitos, arvejas y espinacas aportan vitaminas y fibra sin gastar de más. En otoño e invierno, manzanas, peras y zapallos nos ofrecen energía y antioxidantes para enfrentar el frío.
El consejo práctico: visitá ferias locales, mercados o supermercados con sección de productos frescos, y armá tu menú semanal siguiendo la oferta. Además de cuidar tu salud, descubrirás que comer de temporada puede ser un placer diario y un estímulo para probar recetas nuevas.