Cortar el pollo en cubos de aproximadamente 2 x 2 cm.

Salpimentar los cubos de pollo.

Cortar las zanahorias y el apio en cubitos pequeños.

Picar la cebolla en brunoise (cubitos finos) y el verdeo en rodajitas finas.

En un wok bien caliente con un poco de aceite, sellar el pollo hasta dorar. Reservar.

En una olla amplia, fondear (rehogar a fuego bajo) la cebolla en manteca.

Agregar el puerro, la zanahoria y el apio a la olla y cocinar unos minutos hasta que estén tiernos.

Incorporar los cubos de pollo sellados a la mezcla de vegetales.

Agregar el vino blanco y dejar reducir hasta que el alcohol se evapore.

Incorporar laurel y tomillo armados en un bouquet (ramito atado o en bolsita de infusión).

Añadir caldo de pollo y leche hasta cubrir la preparación.

Ligar la salsa haciendo un roux: derretir manteca y mezclar con maicena, luego agregar a la olla revolviendo hasta espesar.

Aterciopelar la salsa incorporando crema de leche al gusto.

Cocinar a fuego suave unos minutos más para que los sabores se integren.

Retirar y servir.